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Niños LGTBI

Ahora que se está hablando de los niños LGTBI me gustaría aclararos que sí, existen. Las personas LGTBI no salimos de macetas con 18 años.

Todos hemos sido niños LGTBI, aunque ni nosotros,  ni nadie durante nuestra niñez se percataran.

Somos entre el 5-10% de la población.

Es totalmente necesario que, durante la infancia, un adulto de referencia como nuestro profesor nos diga que no somos monstruos o enfermos. Lo necesitamos para que el monstruito de la homofobia no crezca en nosotros. Lo necesitamos nosotros y lo necesitan nuestros compañeros.

¿Ideología?

No es una cuestión ideológica como el que decide ser de derechas o de izquierdas. Si fuera así solo se daría en personas de determinados ambientes o clases sociales y todos sabemos que eso no es así. Se da en todo tipo de personasNO ES ALGO QUE ELIGES SER.

Tampoco es una enfermedad, e intentar convencernos a estas alturas de que “si la persona quiere puede salir de su homosexualidad con terapia” está penado y no se debería consentir nunca. Tiene secuelas irreversibles y es una tortura psicológica para las personas LGTBI.

Todo el odio que recibimos no parará hasta que todo el mundo entienda que es una característica de las personas igual de válida que cualquier otra. Como ser zurdo. No se sabe a ciencia cierta por qué somos zurdos, no hay un gen que lo determine. Pero da igual. A nadie le importa que seas zurdo.

Las personas LGTBI lo somos desde que nacemos. Seamos conscientes o no de ello. Y desde que nacemos la sociedad va alimentado el monstruito de la homofobia.
No sabes que estaba ahí, instalado en tu interior.
Pero cuando te vas descubriendo es el primero que aparece para atacarte.

 

Los niños LGTBI existen y están abandonados y desatendidos por la sociedad y el sistema educativo.
Todo ello bajo la falsa creencia de que se puede incitar a los niños a no ser heterosexuales. Nadie puede incitar o evitar lo que tú eres.

 

No depende de la educación o la crianza.

Hay diferentes tipos de niños LGTBI.

Los hay por su expresión de género, por su orientación sexual, por su identidad de género y además también se consideran niños LGBTBI a los hijos de familias homoparentales. Todos merecen protección y respeto y necesitan que estemos ahí para ellos durante su infancia.

 

Explico los términos:

Expresión de género es como te comportas. Si lo haces como se espera de tu género o te expresas más como el otro género.

Orientación Sexual es hacía que sexo te sientes atraído sexual y afectivamente.

Identidad de género es con que género te sientes identificado.

Es necesario entender estos términos para comprender los diferentes tipos de niños LGTBI. Los que más sufren en su infancia son sin duda los niños y niñas con una expresión de género o una identidad de género que no es la esperada. Son los que todos pueden identificar.

Estos niños son los que más sufren las mofas, los ataques y la incomprensión de las personas que los rodean tanto otros niños como adultos. No saben por qué los desprecian. No son conscientes de los motivos por los que se ríen de ellos o les pegan al grito de maricón o marimacha.

Los hijos de familias homoparentales también son niños LGTBI. Están expuestos a la homofobia contra sus padres o madres. Tienen derecho a que se respete a sus familias y a que su realidad quede reflejada en la escuela, los cuentos, el cine, etc como cualquier otro niño.

Secuelas

No atender a la infancia LGTBI genera secuelas psicológicas más o menos graves dependiendo de las situaciones vividas. Crecer en un ambiente en el que te sientes despreciado y atacado en la escuela y/o en casa genera ansiedad, depresión, agorafobia y en algunos casos suicidio.

¿Qué podemos hacer?

Desde la escuela debemos dar respuesta a los niños LGTBI. Pero hay que hacerlo como lo hacemos todo en la escuela. Hablando su lenguaje y usando los medios que usamos para educar. No hay que sentar a los niños de 4 años y decirles: “chicos, hoy vamos a explicar la homosexualidad”

Lo que debemos hacer es mostrarles desde pequeños que otras formas de expresarse en su género son válidas. Que aceptamos que una chica se enamore de otra chica. Que existen personas que se identifican con otro género. Y que todo esto es tan válido como lo demás.

Y ¿cómo hacemos eso? Mediante los cuentos y no omitiendo información. Dando a entender que eso es una opción más y resolviendo sus dudas. Simplemente, entre todos los cuentos que contamos, entre todas las actividades que realizamos tener siempre la perspectiva de que esta realidad existe.

Recomendaciones de cuentos sobre temática LGBTI

No hay que tratarlo como “un tema”. Hay que enfocarlo como una realidad más. Si hablamos de las familias incluir las homoparentales. Si contamos cuentos sobre un príncipe que se enamora de una princesa contar alguno de dos príncipes con la misma naturalidad.

Los niños LGTBI necesitan referentes positivos para que el monstruito no se los coma cuando empiecen a ser conscientes de su realidad. Sus compañeros necesitan saber que es una realidad más que hay que respetar.

Todos los docentes debemos contribuir a mantener a raya a ese monstruito que los prejuicios y el desconocimiento instala en cada uno de nosotros. Las personas LGTBI tenemos derecho a tener un desarrollo afectivo y sexual como el resto en nuestra infancia y adolescencia.

Si no tratamos esto en la escuela desde los primeros años estamos contribuyendo a generar mucho dolor y miedo en los niños LGTBI que SIN LUGAR A DUDAS EXISTEN.

Esta entrada está basada en un hilo que escribí en Twitter que a su vez está basado en una charla que doy para docentes, familias o profesionales en contacto con la infancia. En la charla amplio todos estos conceptos.

 

También puedes escuchar este podcast, una entrevista a Ade Campillo.

Autora: Ade Campillo. Presidenta de Asfagalem