Son conocidos como LARC por sus siglas en inglés: Long Acting Reversible Contraception. Duran más de dos ciclos, y permiten recuperar la fertilidad al poco de dejarlos.
El implante anticonceptivo, los diferentes tipos de dispositivos intrauterinos (DIU) y el inyectable.
– Alta eficacia, muy similar a los métodos definitivos. Importante para cualquier mujer, pero en especial para las que tienen dificultades para el uso de otros métodos.
– Reversibilidad, al suspenderlos se recupera la posibilidad de ser madre.
– No necesitan la participación de la paciente, siendo una opción cómoda para la mujer aumentando la eficacia.
– Ausencia de interacciones medicamentosas. Son útiles en mujeres que toman otros tratamientos.
– Diferentes vías de administración: vía intrauterina y subdérmica.
– Opción anticonceptiva para mujeres que no quieren tomar hormonas o no pueden tomar algunas hormonas. Algunas enfermedades contraindican usar algunos anticonceptivos hormonales. Estos métodos son una alternativa segura.
– Beneficios no contraceptivos, no tener dolor menstrual o anemia secundaría a menstruaciones abundantes.
– Costo-efectividad, en algunos escenarios, la mujer realiza un desembolso económico al comienzo del método. Es importante recalcar que, a largo plazo, los DIUs y el implante son las opciones anticonceptivas más económicas.
Todos necesitan que los administre un médico, casi siempre un ginecólogo.
El inyectable se repetirá cada tres meses, cuatro veces al año. Tras dejarlo puede retrasar la posibilidad de embarazo hasta 10 meses, cuando con los otros métodos se hace de forma inmediata.
Autora: Marian Obiol Saiz
Ginecóloga. C.S.S.R. Fuente de San Luis. Valencia.