La infección por VPH se considera de transmisión sexual, porque en la mayoría de los casos en virus vive en los epitelios (piel y mucosas) genitales. Se necesita contacto directopiel con piel o piel con mucosas para que se produzca el contagio. Este contacto ha de ser directo, y de algún modo intenso. Como ejemplo lo que ocurriría con una verruga en un dedo: “Si tengo una verruga en un dedo y me das la mano no te la pasaré, pero si hacemos manitas, seguro que sí”.
No es necesaria que haya penetración para que se produzca la infección.
También se puede transmitir a otros territorios como la oro-faringe, garganta, por sexo oral. Lo mismo ocurre con la región anal, aunque no se tengan relaciones anorreceptivas.
La enfermedad afecta tanto a hombres como a mujeres, no depende de la orientación sexual. No está claro si la prevalencia del cáncer cervicouterinoes diferente en las lesbianas en comparación con las mujeres heterosexuales.
Puede transmitirse de la madre al feto, sobre todo si hay condilomas en el canal del parto.
Se calcula que el 80% de la población sexualmente activa contraerá el virus alguna vez.
Mujeres portadoras, en genitales:
El número de mujeres portadoras disminuye según aumenta la edad de estas.
La tasa de infección es máxima por debajo de los 25 años. La tasa varía según el número de tipos del virus que se contemplen en el estudio.
La presencia de virus en mujeres de mayor edad implica un mayor riesgo de progresión a enfermedad. Es más peligroso que una mujer de 50 años tenga contacto con un solo VPH de alto riesgo (AR) que una mujer de 20 años tenga contacto con 7 VPHs. La más joven los controlará, pero a la de 50 años le costará mucho. En las mujeres de más edad, el VPH “corre más”.
En el estudio Cleopatrese observan las distintas tasas de infección según los tipos virales analizados. No hay una edad libre de VPH. El riesgo cambia, pero nunca es cero.
Hombres portadores, en genitales:
Los varones portadores del virus se mantienen estables a lo largo de los años.
En el estudio HIM se recoge la prevalencia de VPH, de cualquier tipo, según grupos de edad entre los hombresque residen en Brasil, México y EEUU. Las tasas de infección son superiores al 50% y se mantienen estables a lo largo de la vida.
http://cebp.aacrjournals.org/content/cebp/17/8/2036.full.pdf
La infección VPH en orofaringe es más frecuente en varones que en mujeres:
Las tasas de infección en orofaringe son menores que en el área genital.
Los varones tienen tasas mayores de infección que las mujeres.
Nótese que la gráfica está limitada al 25% de prevalencia máxima. En ambos sexos se da una distribución que presenta dos picos máximos: el primero entre los 25 y 29 años, el segundo entres los 50 y 54 años.
Modificado de Gillison M, et al. JAMA. 2012;307(7):693-703.
No todas las personas que entren en contacto con el mismo desarrollarán enfermedades.
En la mayoría de los casos el sistema inmune lo eliminará.
Solo en el 10% de las personas estará presente el virus, a los dos años de la infección.
Igual de fácil que se coge se elimina. Pero la clave está en saber que esta situación contagio-aclaramiento se da en cada relación sexual. No con cada pareja, sino con cada “acto sexual”. Por lo tanto, a lo largo de la vida sexual de una persona se enfrentará a este envite en cada relación que tenga. A veces lo que se entiende es que si tengo contacto con el virus y lo aclaro, ya estoy libre de riesgo.
La infección es asintomática. El virus puede tardar años en dar lesiones precancerosas o cáncer. Esta falta de síntomas explica el por qué es tan frecuente: No hay nada que te avise de que lo estas transmitiendo: no hay vesículas como en el herpes, ni exantema, ni granos. No se tiene constancia de estar infectado.
Aquí se representa la cronología de las lesiones en el cérvix uterino. El territorio más estudiado. Desde el epitelio normal y la infección por el virus, si este persiste en el epitelio, pueden pasar décadas hasta la aparición del cáncer de cérvix. Esta evolución es huésped dependiente.
La prueba para detectar el VPH mide, en realidad, presencia del virus, en ese momento, en el lugar del que hacemos la toma de la muestra.
Depende del tipo de test que se utilice:
1-Test RNAmpositivo significa que hay infección y actividad transcripcional(es decir no está como episoma).
2- Test DNA positivo, puede ser colonización el epitelio (fuera de la célula basal) o infección no transformante (dentro de la célula basal pero en el citoplasma de forma episomal).
Cuando una persona pasa de tener el virus VPH a no tenerlo en una prueba de laboratorio, significa que el virus ha desaparecido, o está inactivo. Ambas situaciones son igual de buenas porque aunque esté, si el VPH no es capaz de hacer un test positivo no es capaz de provocar daño.
El paciente suele pensar que el virus está muerto, pero los profesionales sabemos que no se está multiplicando en ese momento, es como si estuviera dormido. A esto le llamamos “aclaramiento”.
Puede ocurrir que si queda en situación inactiva, y de dan las condiciones para una reactivación, el virus puede aparecer de nuevo. Esto no ha de significar que nos hemos vuelto a contagiar. El virus ha tenido un periodo de “latencia”. Algo parecido a lo que ocurre con el herpes labial, si no tienes vesículas y te haces una prueba te dará negativo, pero puede reactivarse en otro momento.
Sería estupendo que en los laboratorios nos dieran el resultado como “no activo o no detectado”, en vez del “no hay presencia de virus” que suelen escribir.
El concepto de la pareja estable, es social. Nos referimos a fidelidad mutua desde que están juntos. La infección por VPH puede reactivarse pasado un tiempo, así aparece la infección en una pareja estable.
La re-deteccióndespués del aclaramiento oscila entre el 5-20 %,
según la edad, la duración del seguimiento y definición de aclaramiento.1
En base a la evidencia disponible no podemos afirmar que la reaparición del VPH
se deba a un contacto sexual nuevo o reciente.
Este nuevo estado puede ser debido a una reactivaciónde VPHs latentes:2
Situaciones como la inmunosenescencia (envejecimiento progresivo del sistema inmune), o la inmunosupresión, pueden favorecer que se reactiven los VPHs latentes.
Autora: Dra. Mercedes Herrero Conde
Autor: Dr. Jesús de la Fuente