Espaciar los partos es una necesidad fisiológica, porque nuestro cuerpo debe recuperarse y además debe centrarse en criar al bebé. Por eso, es recomendable esperar al menos 18 meses antes de buscar un nuevo embarazo.
Este espacio entre hijos disminuirá el riesgo de prematuridad, bajo peso al nacer, daños en el feto y en la salud de la madre.
Está demostrado que la ovulación, en una mujer que no da el pecho, ocurre, más o menos, a los 21 días del parto, lo que permitiría un nuevo embarazo. Si además sabemos que hasta un 40% de las mujeres no se revisan tras la cuarentena (6 semanas postparto), entenderemos el aumento, en estos casos, de un embarazo no planificado.
La consulta postparto es importante para evaluar la salud de la mujer, porque se comprueba su correcta recuperación y evolución tras el parto y se da la oportunidad de hablar de métodos anticonceptivos con o sin lactancia. Es un tema que no se afronta durante el embarazo, centrado como se está en el bienestar del feto, aunque quizá debamos concienciarnos y empezar a prepararnos para esa fase más dura que nos gusta llamar “el cuarto trimestre”.
Hoy disponemos de distintos métodos reversibles entre los que podemos elegir según nuestros gustos y necesidades y es recomendable consultar con nuestro médico el más indicado en nuestro caso particular.
Esta opción es válida si solo se alimenta de leche materna, el bebé tiene menos de 6 meses y hace tomas nocturnas (Principios de la Bellagio, 1988). Su fracaso es de menos del 2% pero no es de los métodos más efectivos si no se cumplen esos tres requisitos. Se puede añadir el preservativo para más eficacia.
Los preservativos masculino y femenino, no tienen contraindicación alguna, son accesibles, aunque su eficacia depende de un uso adecuado.
Un dispositivo con Levonorgestrel (un gestágeno) que se puede introducir en la cavidad uterina desde el parto, si no ha habido infección grave materna, y que no afecta a la producción de leche, a la lactancia, ni al desarrollo del bebé.
Se puede insertar en cualquier momento del puerperio y la lactancia. Lo recomendable es hacerlo después de 6 semanas postparto, a partir de ahí no hay más riesgo de expulsión. Dura entre 3 y 6 años, pero se puede retirar en el momento que se desee.
Un dispositivo de cobre, no hormonal, que se puede introducir en la cavidad uterina desde el postparto inmediato si no ha habido sepsis materna. Tiene una duración de 5 años y no afecta a la ovulación.
Un dispositivo con etonogestrel (un gestágeno) se inserta bajo la piel, en la cara interior del brazo no dominante y dura de 3 años. Tampoco afecta a la producción de leche, a la lactancia ni al bebé. También se puede retirar cuando la madre lo desee.
En el puerperio inmediato se pueden usar desde el inicio y son compatibles con la lactancia al no influir en la producción de leche, ni en el bebé y no aumentar el riesgo de tromboembolismo venoso o pulmonar.
En el puerperio inmediato no se aconsejan los anticonceptivos hormonales con estrógenos por el riesgo asociado de tromboembolismo venoso. En esta fase el riesgo de trombosis está aumentado de por sí. A partir de los 6 meses el perfil de seguridad parece apropiado para darlos incluso en mujeres lactantes. La presencia de hormonas en la leche materna es despreciable.
Estos anticonceptivos los encontramos en forma de píldoras, para tomar a diario por vía oral. Pero también en forma de parches que se pegan en la piel, se cambian una vez a la semana. Y anillo vaginal, que permanece colocado durante 22 días.
Durante la crianza puede haber más olvidos de las píldoras diarias, valorad entonces métodos como el parche, el anillo o el implante.
No hay inconveniente en su uso durante la lactancia. Recordar que su efectividad es máxima en las primeras 48-72 horas.
Con este tipo de píldora de emergencia habría que extraer y desechar la leche durante 7 días. Durante esa semana habrá que alimentar al bebé con leche artificial. No hay estudios de seguridad en lactantes.
Nos referirnos al control de la ovulación por cambios de la temperatura basal, kits de detección de la LH, espesor del moco cervical… Son menos fiables dado que la lactancia influye en el retorno del ciclo normal y se precisan varios ciclos previos de control para lograr su máxima efectividad. Si se combinan con preservativo aumentan su eficacia.